El de la Dehesa de Marimartín es un plano facilón en el que “nunca” es arriesgado ir a tope, es más, sólo la máxima velocidad te hace ganar.

Sin saber los resultados, al parecer un problema técnico va a retrasar su publicación, me aventuro a decir que, contra todo pronóstico (ver la entrada anterior), el mío estará entre los mejores tiempos: carrera sin fallos (calculo el total de errores en segundos), fluida y rápida.

Fallo algunos segundos en la 1: el verde me desvía un poco al este; otros pocos en la 3 (desde lejos veo la baliza que hay en el árbol ubicado al oeste de mi objetivo y en un primer momento pienso que es la mía); y alguno que otro en la 14 (no salgo bien orientado), pero me veo enormemente beneficiado por el hecho de dar caza camino del cuarto control al competidor que salía cuatro minutos antes, porque es mucho más rápido que yo pero también bastante más inseguro. Así es que, cuando hay que correr, el tío que va que se las pela y, aunque a distancia, a mí me sirve de liebre. Como le alcanzo las tres o cuatro ocasiones en las que la cosa se pone más difícil, pues eso, que me lleva toda la carrera a matacaballo.

Esperemos (no creo que la cosa llegue a tanto pero ¿quién sabe?) que sea caballo ganador.

¿POR QUÉ ME GUSTARÁ TANTO COMPETIR?

El estado físico en el que me encuentro, por más que sea verdad que he asimilado bien todo lo que he hecho esta semana (ya no queda ni rastro de las agujetas e incluso ayer pude “picarme” con un grupito subiendo Garabitas) y el no-estado técnico en el que incurro (va camino de un mes que no toco un mapa), se compadecen más bien poco con cualquier viso de éxito competitivo el próximo fin de semana en el inicio de la liga de la comunidad de Madrid. No obstante muy malo sería que para inaugurar la temporada 2012 no llevase yo al campo, además de gorro y guantes que parece que va a hacer frío, la mayor de las ilusiones y sangre, sudor, y lagrimas suficientes para, en su caso, dejar anegada la Dehesa de Marimartín, así es que ya estoy deseando que llegue el sábado.

Amigos, empieza lo buen-O.

Sonrie.

Después de tres semanas sin poder entrenar, tras rodar ayer algo más de 12 kilómetros sin poder contenerme, hoy no me puedo ni mover: las agujetas me alcanzan hasta el corvejón partiendo desde detrás de las orejas. Lo bueno es que me vuelvo a sentir antes deportista que oficinista, antes corredor que muermo, antes orientador que primo. (Y además, ¿sólo lo siento yo que tenga algo de masoquista o hay algo de placentero en las agujetas?).

En fin ¿qué más decir?, que hay que ponerse a entrenar duro porque se nos echa el tiempo encima (el próximo sábado empieza ya la liga autonómica) y que una vez más termino concluyendo que sólo un poco de aquello con lo que de verdad disfrutas pesa infinitamente más que todos los gajes del oficio.

¡¡ Chipirón, todos los días sale el sol !!.

¡¡¡¡¡¡¡SUERTE!!!!!!!

Alguien ha dejado escrito por ahí que un blog de orientación debe ser mucho plano y pocas letras. Quizá no le falte razón pero de tenerla me hallaría yo en difícil situación porque, entre unas cosas y otras, hace ya veinte días que no veo un mapa y ¡¡qué coño!! a mi, casi tanto como la orientación (sí, exagero), me gusta dar el coñ..... digo escribir.

¡¡¡¡Aja!!!! Solución: Plano de carrera antigua. ¿Pretexto para colgarlo? Ya sé, un concurso. Prometo premiar con tres rollos de "tape" al primero que diga de dónde (pido el paraje o pueblo que da título al plano) es el mapa que sigue a continuación.

Tenéis un millón de pistas (alguna muy evidente), no hacen falta más.

Las respuestas, por favor, las colgais aquí.

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¡¡¡¡Suerte!!!!

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DO YOU KNOW WHAT I MEAN?

Ha sido llegar el año nuevo y meterme en una sucesión de intempestivos e impertinentes acontecimientos, familiares, laborales, y de salud, que me tienen en lo físico parsimonioso y en lo anímico, pudiendo utilizar otras expresiones, prefiero decir que aquellado. La bronquitis no cesa, los tocapelotas no descansan, la vida amarga, la ferrata no tiene más que clavos ardiendo, y para colmo la nieve no cuaja. La brea empieza a llegar a la playa (la misma desde la que ese trozo de carne con ojos que se hace llamar Capitán observa como, aún repleto de gente, su barco se va a pique), así es que es hora de remontar. Mañana me sacudiré el polvo (¿alguien sabe cómo sacarse el que se incrusta en las costuras?), hoy sólo tengo ganas de descansar.

2012.1

Empieza el añ-o ofreciendo en su primer día hábil un buen entrenamiento en un congelante Moralzarzal. La carrera discurre casi al sesenta por ciento por terrenos para mí ignotos hasta el momento y eso añade un plus de diversión a un plano que me gusta mucho. Quizá demasiado desnivel para el día de después al de fin de año pero la reciedumbre me viene bien para empezar a pensar de manera firme y decidida en que en la recién estrenada anualidad sólo vale trabajar duro, muy duro, si quiero aspirar a “romper” alguna barrera.

Hoy, unas decimillas de fiebre me alejan de Becerril.