viernes, 27 de agosto de 2010

LQ1 (WMOC y 4).


Mapa con el recorrido de Womans 40.

En Les Breuleux empieza lo bueno, lo verde, el bosque, la orientación con mayúsculas, la orientación de verdad. Orientación mayúscula y de verdad.

El objetivo hoy es correr poniendo los siete sentidos y empaparse de mapa (nunca mejor dicho porque todo el día anterior ha estado lloviendo). No hay ningún top que alcanzar, es sólo intentar hacer la mejor orientación posible.

Mi carrera tiene dos partes bien diferenciadas. La primera parte es la que va desde el triangulo de salida hasta... la primera baliza, y la segunda parte la que va desde el primer control hasta el final.

La primera baliza, fácil pues el único trayecto lógico discurre por un claro que parece de tartán, sin apenas pisar bosque y con referencias muy muy claras, llega hasta mí suave como la seda.

Hasta aquí lo bueno. Ahora la carrera se adentra en el bosque. Un bosque abrupto como pocos que Doña Natura se ha encargado de pavimentar con piedras de hechura endemoniadamente irregular y lo que es peor camufladas, casi invisibles, bajo el espeso manto muscíneo que las cubre. Así las cosas, el trote (no digamos el galope) y seguir las indicaciones de la brújula se hace (se me hace) enteramente imposible. “Mejor, más tiempo tendré para pensar”, pensé.

En seguida se me aparecen otras complicaciones. Como el desnivel es muy poco y la vegetación y el manto rocoso abundantísimo, la curva de nivel juega conmigo al escondite y siempre gana ella. La carrera (la mía, aclaro) se queda entonces a expensas de acertar en la interpretación de los límites de separación entre claros y bosque y, en ese intento falló constantemente.

Todo ello me obliga a ir demasiado despacio, demasiado inseguro, no hay ni la más mínima fluidez y cada baliza me exige levantar el mundo si quiero tocarla.

Lo bueno es que, de nuevo, no hay ansiedad. Es simplemente que la complejidad del terreno exige una técnica y una experiencia de la que yo carezco (sin paños calientes). Lo bueno es que, sí, lo hago, estoy disfrutando. Un bosque nuevo, un terreno ambiguo encharcado y embarrado, un plano exigente: un parque de atracci-o-nes.

Resultado: He cumplido mi objetivo: disfrutar. (... Y, además, hay gente por detrás de mí en la clasificación. ¿Qué más se puede pedir?)

Consideraciones Generales: Hoy me llama la atención la cantidad de material que puedes encontrar en las tiendas deportivas, la existencia de duchas de campaña... y la telita antipudibundos (era más trasparente que el tutú de Isadora Duncan) que, en esas mismas duchas, separa la zona de cambio de los hombres de la de las mujeres.

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