viernes, 1 de abril de 2011

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Qué importa si esta semana a “ese” compañero tuyo de trabajo se le ha puesto en las narices recrudecer su afán por convertirse en el cabrón nefando del año. Qué importa si esta semana a tu vecino le ha dado por reformar los baños y de siete de la mañana a diez de la noche no hace otra cosa que, a fuerza de maceta (“F. d. de maza: martillo con cabeza de dos bocas iguales y mango corto que se usa para golpear el cincel o puntero”), cargarse... todas las horas de descanso que te corresponden. Qué importa si esta semana la M-30 ha estado en obras. Qué importan Gadafí, Gbagbo, o Fukishima. Ya volveremos a sufrir por todo ello el lunes.

Este fin de semana, en maravilloso paréntesis, se corre orientación.

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