SANTA FE (Segunda Parte).
En la reseña de lo ocurrido una vez apagadas las luces de la competición no pueden dejar de mencionarse ciertas cosas.
La primera, como no, ha de ser lo del terremoto. Dice el acervo popular, (¿o es la ley de probabilidades la que lo dice?, ¿existe esa ley?) que si sobrevives al alcance de un rayo, puedes quedarte tranquilo: jamás te volverá a caer otro. Supongo que, a no ser que habites en San Francisco o Nagoya, lo mismo cabrá decir de un terremoto, si sobrevives al hecho de estar justo en el epicentro de uno, jamás volverás a estarlo de nuevo.
Enhorabuena, por tanto, a todos los que estuvisteis/estuvimos en Santa Fe el Domingo pasado, ya sabéis/sabemos qué no va a ser un movimiento sísmico el que nos mande para el otro barrio.
La segunda, los masajes. Excelsa, áurea, elevadísima idea, la de quien decidió incorporarlos al after-o de Granada. Buenos por puro placer, por pura necesidad, por pura terapéutica... también por pura gratuidad. Mil gracias a los chicos y chicas que con tanto esmero y, lo dicho, tan desinteresadamente, nos los practicaron (Escuela de Quiromasaje TESA Natural de Granada).
La tercera, las tapas. A mi no me cabe ni la menor duda, Granada, especialmente Albolote, es la Meca del tapeo en España (ya he dejado escrito que cuando me muera parte de mis cenizas queden depositadas en alguno de los bares de ese pueblo, cerca de uno de sus grifos de cerveza). Pides una cerveza y te ponen un bocadillo de lomo. La segunda caña te la tapan con una ración de pulpo (en Madrid es difícil pagar menos de 18 euros por la ración de pulpo que te ponen allí). Si vas con niños, a ellos, beban o no beban, lo que les ponen es una hamburguesa. Roscas, pinchos morunos, lagartillos, puntillitas, y hasta un flan si tu aguante puede llegar hasta la séptima ronda. Por veinte Euros han cenado, hasta saciarse, dos adultos y dos niños.
La cuarta, la cuarta. Elisa ya llega a ser cuarta en una prueba de liga española. Ya puedes ponerte a entrenar Simone Niggli.
Y la quinta, la paella. Detallazo inmejorable darnos de comer, gratis, antes de ponernos de viaje.
El Domingo Liga madrileña de Sprint por la mañana y primera ronda del XIII Open de Tenis de Getafe por la tarde.
No paroooooooooooo...
En la reseña de lo ocurrido una vez apagadas las luces de la competición no pueden dejar de mencionarse ciertas cosas.
La primera, como no, ha de ser lo del terremoto. Dice el acervo popular, (¿o es la ley de probabilidades la que lo dice?, ¿existe esa ley?) que si sobrevives al alcance de un rayo, puedes quedarte tranquilo: jamás te volverá a caer otro. Supongo que, a no ser que habites en San Francisco o Nagoya, lo mismo cabrá decir de un terremoto, si sobrevives al hecho de estar justo en el epicentro de uno, jamás volverás a estarlo de nuevo.
Enhorabuena, por tanto, a todos los que estuvisteis/estuvimos en Santa Fe el Domingo pasado, ya sabéis/sabemos qué no va a ser un movimiento sísmico el que nos mande para el otro barrio.
La segunda, los masajes. Excelsa, áurea, elevadísima idea, la de quien decidió incorporarlos al after-o de Granada. Buenos por puro placer, por pura necesidad, por pura terapéutica... también por pura gratuidad. Mil gracias a los chicos y chicas que con tanto esmero y, lo dicho, tan desinteresadamente, nos los practicaron (Escuela de Quiromasaje TESA Natural de Granada).
La tercera, las tapas. A mi no me cabe ni la menor duda, Granada, especialmente Albolote, es la Meca del tapeo en España (ya he dejado escrito que cuando me muera parte de mis cenizas queden depositadas en alguno de los bares de ese pueblo, cerca de uno de sus grifos de cerveza). Pides una cerveza y te ponen un bocadillo de lomo. La segunda caña te la tapan con una ración de pulpo (en Madrid es difícil pagar menos de 18 euros por la ración de pulpo que te ponen allí). Si vas con niños, a ellos, beban o no beban, lo que les ponen es una hamburguesa. Roscas, pinchos morunos, lagartillos, puntillitas, y hasta un flan si tu aguante puede llegar hasta la séptima ronda. Por veinte Euros han cenado, hasta saciarse, dos adultos y dos niños.
La cuarta, la cuarta. Elisa ya llega a ser cuarta en una prueba de liga española. Ya puedes ponerte a entrenar Simone Niggli.
Y la quinta, la paella. Detallazo inmejorable darnos de comer, gratis, antes de ponernos de viaje.
El Domingo Liga madrileña de Sprint por la mañana y primera ronda del XIII Open de Tenis de Getafe por la tarde.
No paroooooooooooo...
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