En Madrid hay días que deja de llover un rato y que, incluso, se puede llegar a ver el sol. Afortunadamente, el rato seco del sábado pasado quiso hacerse coincidir con la carrera en Marimartín, que es la Dehesa de Navalcarnero, y que entonces resplandecía limpia (en todos los sentidos), verde, y blandita y que, consecuentemente, se constituyó en el terreno perfecto para llevar a cabo los quehaceres de la orientación.
Como se trata de una carrera que se anuncia como media y sé, que tuve oportunidad de estrenar este plano, que la majada navalcarnereña no es muy vertical, aprovecho para, alistándome entre la élite, medirme con los mejores entre los mejores (la afirmación es objetiva: los resultados de Santa Pola y del encuentro de Portugal así lo certifican).
Ya... ya sé, no me hace falta medirme con ellos para saber a que altura me quedan los tacos de las botas de los más rápidos pero que queréis que os diga... me va la marcha. Y además no se trata sólo de eso, también se trata de alargar un poco la carrera, de aumentar la dificultad,... en definitiva, no tanto de competir como de entrenar.
La carrera me deja mejores sensaciones que resultado. Salvo un error “garrafal” (dos minutos y medio o tres) en la veinte el resto de controles no ofrece ninguna gran resistencia y, sin estar a tope, fisicamente me encuentro ligero; y sin embargo los dos primeros clasificados, cierto es que son quienes son, me asaetean con un cuartito de hora (en un trayecto que a mi me dura tres).
Conclusiones: Primera, a la velocidad que voy soy capaz de leer correctamente el mapa. Segunda, la velocidad a la que voy es escasa. Tercera, he de mejorar la relación velocidad de carrera/velocidad de lectura.
Y para terminar una pregunta retórica (o no tan retórica) y una afirmación un poco arriesgada (o no tan arriesgada):
¿Qué determina que un plano sea fácil?.
En Navalcarnero ganaron los que mejor carrera hicieron, es decir, aquellos de entre todos los participantes que menos tiempo emplearon, esto es, los más rápidos, en visitar la sucesión de controles propuesta por la organización.
Como se trata de una carrera que se anuncia como media y sé, que tuve oportunidad de estrenar este plano, que la majada navalcarnereña no es muy vertical, aprovecho para, alistándome entre la élite, medirme con los mejores entre los mejores (la afirmación es objetiva: los resultados de Santa Pola y del encuentro de Portugal así lo certifican).
Ya... ya sé, no me hace falta medirme con ellos para saber a que altura me quedan los tacos de las botas de los más rápidos pero que queréis que os diga... me va la marcha. Y además no se trata sólo de eso, también se trata de alargar un poco la carrera, de aumentar la dificultad,... en definitiva, no tanto de competir como de entrenar.
La carrera me deja mejores sensaciones que resultado. Salvo un error “garrafal” (dos minutos y medio o tres) en la veinte el resto de controles no ofrece ninguna gran resistencia y, sin estar a tope, fisicamente me encuentro ligero; y sin embargo los dos primeros clasificados, cierto es que son quienes son, me asaetean con un cuartito de hora (en un trayecto que a mi me dura tres).
Conclusiones: Primera, a la velocidad que voy soy capaz de leer correctamente el mapa. Segunda, la velocidad a la que voy es escasa. Tercera, he de mejorar la relación velocidad de carrera/velocidad de lectura.
Y para terminar una pregunta retórica (o no tan retórica) y una afirmación un poco arriesgada (o no tan arriesgada):
¿Qué determina que un plano sea fácil?.
En Navalcarnero ganaron los que mejor carrera hicieron, es decir, aquellos de entre todos los participantes que menos tiempo emplearon, esto es, los más rápidos, en visitar la sucesión de controles propuesta por la organización.
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3 comentarios:
leer correctamente a la velocidad que cada uno lleva ya es un éxito.yo creo que el sabado lo que hacia el plano fácil era la visibilidad,la sencillez del relieve,la ausencia de verde y de piedras...¿esta claro no?.¡suerte en ronda!
No se si lo leeras, pero por si acaso. Está claro que el ritmo de carrera es muy importante, pero yo creo que es más importante en mapas de este tipo que son muy rápidos los fallos. Por ejemplo, en este mapa hacer un fallo de 1 minuto es casi que un corredor esté a 300 metros tuyo delante, por lo que yo creo que merece la pena bajar un poco el ritmo a la entrada de los controles.
esto que voy a decir ahora no es una crítica, simplemente una puntualización. Cuando se comete un error como el del punto 20, hay que reaccionar rápido y atacar en seguida desde otro sitio. Quizá si te hubieras bajado al cortafuegos ese error sólo habría significado 40seg. Pero ya se sabe, error conlleva bloqueo, o por lo menos eso a mí me pasa y todavía estoy buscando en algo que hacer automáticamente cuando ocurra un error.
Nos vemos en la Berzosa!
Dani
Gracias, el comentario me sirve de mucho. Tomo nota.
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