Hay miles. De todos vosotros. Corriendo, en unas se intuye que
corriendo rápido, en otras se intuye que corriendo despacio, andando, subiendo,
bajando. De cerca, de lejos, de más lejos, panorámicas. De grupo, individuales,
retratos, sólo de piernas, sólo de pies. Hay miles. De corredores del C.O.V.,
del Lorca, del C.O.C., de Sant Joan, por supuesto del COLIVENC y de mi querido
COMCU; de corredores gallegos, asturianos, vascos, catalanes, madrileños,
riojanos, getafenses... si los hay canarios, no me consta. De chicas, de chicos,
de niños, de niñas, de ancianos, de ancianas, de adultos, de adultas, de algún
perro, de cabras no pero sí, en cambio, de algún cabr..., (es broma, es broma).
Son miles. De gente riendo, de alguno llorando, de gente contenta, de gente
cansada, simplemente de gente; de “perdidos”, de “perdidas”. De la
organización, de los jueces, de los corredores, del Sport-Ident, y de Protección
Civil. Las hay del bosque, del campo, de sembrados, de cortados, de caminos, de
taludes. De vencedores (las menos), y de vencidos (las más). Miles... miles. De
la más guapa y el más guapo de la orientación española (os animo a votar). Está
mi mujer, la tuya, la chica que te gusta, el chico al que amas (¿cuándo se lo
vas a decir?), tus amigos, tus compañeros de club, su novia y su amante, tus
hijos y los míos, también los de él, los padres de aquel y de éste; están fulano,
mengano, zutano, y hasta el sursuncorda, está, en definitiva, todo titirimundi.
Hay miles de fotos de la carrera de Arganda del Rey...
... Y no salgo en ninguna.