A la vista del tan catastrófico como apenante estado en el que ha quedado el Cerro de los Ángeles después de la celebración del denominado Getafe Open Air (tres días de conciertos los pasados 8, 9, y 10 de septiembre), literalmente inundado de toda suerte de basura, inmundicia, y desperdicios tanto sólidos como líquidos (muchos de ellos de origen “animal”), apestoso hasta la basca, devastado en al menos un tercio de su extensión, irremediablemente degradado en su totalidad (prometo que no exagero ni lo más mínimo); me hago una pregunta (últimamente me hago muchas ¿verdad?):
¿Hubo alguien entre los doscientos mil visitantes, ocasionales o acampados, que no dejara un kilo de basura y medio de mierda en el Bosque?.
¿Hubo alguien entre los doscientos mil visitantes, ocasionales o acampados, que no dejara un kilo de basura y medio de mierda en el Bosque?.
2 comentarios:
Esta claro que ese no es el sitio para celebrar un festival y que no debería hacerse más allí.Pero no puedo dejar de defender a los festivaleros:normalmente no suele haber papeleras, e incluso diría que toda esa decadente guarrez forma parte del festival.Luego pasan unas máquinas y listo.El problema es pues la elección del lugar.Por otro lado, no puedo dejar de acordarme de otra concentración juvenil, aunque ciertamente algo diferente, que se celebró recientemente en cuatrovientos con idénticos resultados.
Tienes toda la razón.
La indignación me ha nublado el entendimiento. La furia debería haberla dirigido contra quien permitió que el festival se instalara donde se instaló y no contra quienes, efectivamente, sólo hacen por divertirse con desinhibición, lo que me parece muy bien (ya sabes: a mi el infierno me gusta por la gente).
Mil gracias por haberme abierto los ojos.
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