Me vengo de Navaleno henchido de
satisfacción. La belleza de los terrenos, adornados este fin de semana de agua y
niebla ya hubiera sido caricia suficiente para esta mi alma intranquila, poder
corretearlos y disfrutar deportivamente de ellos añade a esa carantoña placeres
inestimables, hacer la orientación que he hecho este fin de semana acerca todo
al concepto de pura felicidad.
No busquéis explicación a tamaño
gozo en la clasificación, no es allí donde la encontrareis (una baliza “dudable”
se interpuso el sábado en mi camino). Buscadla en el acierto en la concentración,
en la certeza, en la seguridad, en la precisión, en ... por fin, en el acierto con
el ritmo.
Por fín, en el acierto con el
ritmo.
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