martes, 15 de octubre de 2013

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE ROGAINE

El Pinar de Navaleno se hace infinito, se extiende a cada uno de tus pasos, tu carrera lo alimenta, el bosque se nutre de tu esfuerzo para agigantarse. Llegas a pensar que será imposible terminar. El tiempo transcurre en tu contra, el tiempo siempre transcurre en tu contra: Saturno devorando a sus hijos, el cronometro engullendo tus ánimos. Cuando la sangre sólo gotea camino de un alma ya cansada, el destino, ese que tú crees que es tu destino, empieza a realizarse, y tu luchas por sobreponerte a ese martillo pilón; pero la sangre ya no fluye, tampoco lo hacen los sueños, y mucho menos la discreción. A la vía del tren le han arrancado los raíles. Algo de glucosa, algo de energía, el vahído acaba y eso te permite dar dos míseros pasos más. Las correas que te unen a tu compañero se embrollan en la maleza que arrecia con el vértigo, o el miedo, o el recelo, o la sospecha de que le vas a perder, está a menos de dos metros de ti, pero ya casi no le puedes ver: vas a decepcionarle. Ojalá te quedara una brizna de coraje para pelear con tu destino (ese que tú crees que es tu destino). Una bocanada de aire, un halo de nada que, como casi dijo el poeta, es nada la muerte si va en tu montura; lo que queda parece perpetuo. Odias tu cuerpo, tus deseos, tus anhelos, tus dudas, y dudas de todo. Sólo te resistes a descansar cuando reparas en que estas sentado sobre tu tumba. Saturno empieza a apurar ya su festín cuando el viento empieza a rolar hacía el norte; Holanda ya se ve, si es que no es un espejismo la torre de la iglesia de san Esteban protomártir. El padecimiento no termina con la carrera pero empieza a atemperarse. Eso te permite aclarar la mirada por primera vez en puede que hayan sido años... y buscas a los tuyos.

Un par de horas después de acabar ya es oficial: has vencido a tu destino (ese que tu creías que era tu destino): Campeones de España de Maratón Rogaine Veteranos.

Dedicado a Goyo, sin él imposible, y a Alicia (por la parte que le toca), que son mis amigos; y a Elisa, a Enrique y a Jorge que son mi vida.


                               Una imagen vale más que mil palabras. Exhausto.