En Cuenca lo que no puso el terreno (salvo en alguna
zona muy determinada algo soso y un poco simplón) lo pusieron, el trazador con
unas carreras muy variadas y divertidas, y el Camping Caravaning con su piscina,
sus duchas, sus sofás, su televisión, y su restaurante (el menú era algo caro
pero muy “aseado”); o dicho de otro modo: a falta de pan (un terreno excitante,
un terreno bonito...) buenas son tortas (la diversión y la comodidad).
En lo personal mediocre en la
larga: el tío del mazo se ensañó conmigo ya a partir de la media hora de
carrera (a la sazón las 13:00 horas); y notable en la media: cuarenta y tres
minutos de (casi) perfecto maridaje entre ritmo, fluidez, e imaginación.
Mapa sin recorridos porque aún no he podido descargar el GPS... "quesque uno no tiene tiempo de na"...
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